“Contar desde adentro también es una forma de resistencia”
Desde Ingeniero Jacobacci, en el corazón de la Patagonia, la comunicadora y fotoperiodista Carolina Blumenkranc reflexiona sobre la identidad, el territorio y las historias que surgen en los márgenes. Nacida en Salta y formada entre Jujuy y el sur, combina su trabajo en Radio Nacional, el cooperativismo rural y la militancia socioambiental con una mirada que busca resignificar lo que se cuenta sobre la región. Es colaboradora de Rio Negro en Fotos desde el año 2023.
Su recorrido une palabra, imagen y compromiso en una misma apuesta: narrar la vida desde adentro, con la voz de quienes la habitan..
Por Pablo Leguizamon para Rio Negro en Fotos
—¿Cómo te definís desde lo profesional y lo personal?
Me reconozco un poco en identidades de frontera, como alguien difícil de meter en un solo recipiente. Soy comunicadora institucional, pero mi interés siempre fue la comunicación social. Empecé esa carrera en Jujuy —yo nací en Salta— porque era lo que tenía más cerca, aunque lamentablemente no pude terminarla por la crisis económica. Después me vine a la Patagonia, y hoy me siento un poco salteña y un poco jacobacina.
Terminé estudiando comunicación institucional porque era lo que podía cursar desde acá, en un lugar bastante aislado, con un internet satelital que andaba mal. Pero esa formación me dio herramientas para trabajar con organizaciones de base, con militantes y con asambleas socioambientales a las que pertenezco.
En 2020, cuando ARGRA abrió su formación virtual por la pandemia, estudié fotoperiodismo. Todas esas experiencias me hacen sentir que soy comunicadora: alguien que quiere contar historias situadas desde este territorio.
—¿Cómo se enlaza el territorio con tu mirada?
Son varios factores. Trabajo en Radio Nacional Jacobacci, formo parte de una cooperativa vinculada a lo rural y colaboro con medios desde el fotoperiodismo. Intento “polinizar” un poco el campo semántico de la región, porque hay muchos estereotipos.
Siempre se habla de estos paisajes inmensos, de horizontes amplios, de una zona de difícil acceso, donde hay mucha pobreza, donde hay un paisano solo… Y esa imagen, sin contexto, corre el riesgo de convertirse en la única historia sobre nuestra región. En realidad, le sacan toda su identidad mapuche-tehuelche.

Retrato de Carolina Blumenkranc

Marcelino Blanco, habitante de Pilquiniyeu, pequeño paraje a 90 km de Maquinchao. Noviembre 2024. / Carolina Blumenkranc

Quetrequile, un territorio recuperado: la ruka de Marta Casiano, un símbolo de resistencia y autonomía. Septiembre 2019 / Carolina Blumenkranc
Hay que entender por qué ese hombre vive solo y no en comunidad, quién se apropió del territorio, cómo y cuándo.
El periodismo situado nos permite enriquecer esas historias, porque estamos acá, inmersos en esta realidad.
Eso hace que el trabajo sea más difícil, pero también más valioso. Nos empodera. Nos permite pensarnos de otra manera, proyectar luchas y procesos organizativos distintos. Nos permite pensar sobre cómo queremos ser representados en medios tradicionales, portales digitales o formatos novedosos de comunicación.
—¿Qué dificultades encontrás al contar esas historias desde adentro?
Dentro de las comunidades no tenemos tanto el ejercicio de sentir que nuestras historias importan. Se construyó históricamente la idea de que somos consumidores de información de los “diarios papel”, los portales digitales o los canales de televisión, y no productores.
Entonces, cuando me acerco a una mujer y le propongo hacerle una nota o una foto, muchas veces me dice: “¿Pero qué te voy a contar, si mi vida es igual a la de todas?”. Y ahí aparece una doble dificultad: los medios piden historias locales, pero nosotros no sabemos por dónde empezar a contarlas
—Fuiste testigo de la primera marcha del Orgullo en Jacobacci. ¿Cómo viviste ese proceso?
Fue muy significativo. Yo estaba cursando con Anita Pouchard Serra, una profe que nos exigía mucho pensar narrativas con sentido. Justo vi en redes una convocatoria de un grupo de personas jovencites entre 16 y 30 años, que estaban organizando la primera marcha del Orgullo en la región en el año 2023.
Hasta ese momento, lo que se escuchaba eran historias de expulsión: personas que se iban de los pueblos del sur a las grandes ciudades para poder vivir sus identidades disidentes. Pero este grupo hacía algo distinto: elegía quedarse, organizarse y visibilizarse con orgullo.
Esa marcha fue la primera en toda la región. Me acerqué con la idea de trabajar el tema para mi trabajo final, y terminamos construyendo mucho más que eso: un registro fotoperiodístico, una crónica colectiva, una publicación en Río Negro en Fotos https://rionegroenfotos.com.ar/marcha-del-orgullo/, incluso un podcast. Fue un proceso de conocer la historia previa, de entender la organización y la fuerza que hay detrás.
Trabajar desde los pueblos te obliga a afilar la ética periodística y a comprometerte con lo que contás. No podés desentenderte: lo que hay es un entramado mucho más profundo.

La crianza de chivas y ovejas forma parte de la cultura tradicional de los pueblos originarios y de los crianceros de la Patagonia. Quetrequile. Octubre 2022 / Carolina Blumenkranc

Granja agroecológica de la Tía Mary en la zona periurbana de Ing. Jacobacci. Septiembre 2023 / Carolina Blumenkranc
—¿Cómo ves el contexto laboral del periodismo?
Vivimos con sueldos de pobreza y mucha vulnerabilidad. En muchos medios hay multitarea, censura, situaciones de violencia, acoso laboral, y además este gobierno de ultraderecha de Javier Milei nos persigue. Construyó un enemigo en la figura del periodismo.
Estoy todo el tiempo buscando financiamiento, mandando “pitch”, produciendo sin parar. Quisiéra tener más tiempo para trabajar en profundidad, para fotografiar en paz. Pero tengo que subsistir, y eso es contradictorio.
Acá hay pocos medios y muchos portales que solo copian y pegan gacetillas de prensa. No se produce información propia.
Cuando puedo, trato de ofrecer estas historias en medios que les den relevancia. El año pasado, por ejemplo, con Vero Ángel de Sierra Colorada participamos en el programa “Cambia la Historia” https://www.cambialahistoria.info/ , una alianza entre W Academy y Alaraca Medio (El Salvador), que financió 30 proyectos periodísticos.
Fue una experiencia enorme. Pero igual pienso que, más allá de esos logros, en nuestros trabajos más convencionales deberíamos cobrar lo que corresponde.

Ara Santos, Fran Muñoz y Alex Jaramillo, integrantes de la Grupa Wawel Niyeo eligen el lugar para hacer la feria transfeminista en el marco de la 1era Marcha del Orgullo en Ing. Jacobacci. Noviembre 2023. / Carolina Blumenkranc

Espacio ECOS (La Casita) donde se llevó adelante el proceso organizativo de la 1era marcha del Orgullo LGBT+ de la Región Sur y de la Grupa Wawel Niyeu. Ingeniero Jacobacci. Julio 2023. / Carolina Blumenkranc

Efra Rúa, joven trans que impulsó la organización de la Grupa LGBT+ Ingeniero Jacobacci Octubre 2024. / Carolina Blumenkranc
—Tu fotografía tiene un estilo propio. ¿Cómo lo fuiste construyendo?
Fue un proceso de búsqueda. Empecé a notar que en los colores y las composiciones había algo que hablaba de este territorio: del silencio, del viento, del terruño, de la sequía. Acá casi todo es pinchoso, arbustivo, y sobre esa base estética también se pueden contar historias de organización, que es algo que me atraviesa profundamente.
Este año quedé seleccionada para la mentoría de Women Photograph 2025 con una propuesta sobre la mal llamada “Conquista del Desierto”. La idea es poner en tensión esa narrativa del genocidio con lo que pasa hoy en el territorio, y pensar el “desierto” como una imagen creada, una fábula.
Trabajar con la fotografa Sara Pabst y las compañeras me abrió un mundo nuevo: el de la foto de autor, con un lenguaje menos literal, que me permite explorar la magia de la luz y no limitarme solo a la foto que necesita un medio.

Plataforma Petrolera en Fernández Oro, Río Negro. Cada año la frontera de Vaca Muerta se extiende sobre nuevos territorios. Enero 2025. / Carolina Blumenkranc

El Río Neuquén, cada vez más enfermo y contaminado, es una fuerza natural (ngen) con la que convive de forma directa el Lof Wirkalew en Sauzal Bonito. Neuquén. Septiembre 2022. / Carolina Blumenkranc
—¿Qué lugar ocupa en tu obra los temas socio ambientales?
Volví muchas veces a Vaca Muerta. Me interesa mostrar los proyectos extractivistas.
Soy parte de la Asamblea en Defensa del Agua y el Territorio, y aunque hay lugares donde no puedo entrar, trato de llegar a otros, sobre todo a comunidades mapuche.
En Vaca Muerta hice un primer trabajo para Periodistas por el Planeta y luego volví varias veces. Intento rescatar las historias más íntimas de las comunidades, lo que muestra que la “Campaña del Desierto” sigue teniendo continuidad en estos proyectos que impiden que los pueblos vivan según su modo.
También trabajo en relatos sobre territorios recuperados, como Quetrequile. Tenemos mucha cercanía con las comunidades mapuche-tehuelche, y creo que es fundamental seguir insistiendo en estas historias que estuvieron tanto tiempo calladas.
Necesitamos que el Estado reconozca que hubo un genocidio: uno exitoso en la apropiación del territorio, pero fracasado en el exterminio. El pueblo sigue existiendo, sigue vivo y en lucha.

En una plataforma de explotación ubicada en Tratayen, Ariel García, que se desempeñaba como supervisor de AESA, perdió la vida. Neuquén. Septiembre 2022. / Carolina Blumenkranc

Lof Newen Mapu. Temporal de viento en la meseta neuquina desertificada a causa de las explotaciones extractivistas. Neuquen. Enero 2025. / Carolina Blumenkranc