“El fotoperiodismo en tiempos de Milei: la mirada de Cristina Sille”

La reportera gráfica argentina obtuvo dos menciones en el POY Latam 2025 como fotógrafa destacada y nuevo talento. En esta entrevista habla sobre la precarización laboral, la irrupción de la inteligencia artificial en la profesión, el desafío de narrar la crisis argentina y los ejes de su portfolio: el ascenso de Milei, las inundaciones en Buenos Aires y la muerte del Papa Francisco.

 

—Hoy muchxs fotógrafxs trabajan como colaboradores free lance. ¿Cómo lo vivís?

Cuando entré a un trabajo formal sentí que era “la panacea”: tener estabilidad, pertenecer a un staff y no depender de si me llamaban o no. Esa modalidad hoy casi no existe. La mayoría de los medios recortaron sus equipos y trabajan con colaboradores. Además, ahora nos piden hacer fotos y también videos: es un signo de época en el fotoperiodismo.

 

—¿Qué ventajas y desventajas le ves a este esquema?

Lo positivo es que podés proponer temas propios, salir de la agenda y dar otra mirada. Siempre podés lucirte más en una nota que producís vos, con tus tiempos y contactos. Sería más cómodo producir en dupla con un redactor, pero a veces no son esas las posibilidades y entonces tiene su lado solitario.

 

 

La Argentina de Milei

—¿Qué buscás contar en este contexto de crisis y violencia?

Me pregunto seguido ¿qué otra cosa podemos narrar además de la represión o los discursos de un presidente verborrágico gritando?

Siento que todo esto a la larga como va a quedar como un experimento libertario, así como hoy vemos al menemismo de los 90.

Trato de trabajar en historias más micro: cómo viven los jubilados, las familias que perdieron pensiones por discapacidad, qué comen, cómo resisten.

 Intento humanizar la crisis y darle rostro a lo que muchas veces queda en cifras.
También pienso en cómo narrar temas estructurales, como la entrega de recursos naturales o el endeudamiento y no quedarnos solo en ir a cubrir el acto o la conferencia de prensa de Caputo.

No hay una sola respuesta, pero tenemos que plantearnos esas preguntas. ¿Cuáles son las fotos que van a contar esta época?

 

Cuando el río crece

—En tu portfolio aparecen tres ejes: Milei, las inundaciones y el Papa Francisco. ¿Por qué los elegiste?

Los dos últimos años fueron disruptivos con el ascenso de Milei, parte de una ola mundial de ultraderecha. Mostré su asunción, la primera foto del portfolio es del 10 de diciembre del 23, cuando asume la presidencia.

Después, una seguidilla de actos de él y a la vez la pobreza, la represión, los jubilados, los discapacitados, para dar un panorama.  

También está el tema de la represión a Pablo Grillo. Fue un punto de inflexión de los operativos de seguridad y queda representado el ataque a la prensa.

La mayoría de las fotos que están en el porfolio, las hice con coberturas que los medios me fueron asignando, para Clarín, para Reuters, ….

Y creo que con los años y los documentos que generemos vamos a poder terminar de armarnos un mapa de lo que fue el gobierno de Milei.

Incluí también una cobertura de inundaciones en el barrio San Cayetano en Campana, que me enfrentó a un registro distinto: nunca había fotografiado inundaciones.
El tercer eje fue la muerte del Papa Francisco. Durante meses, mientras su salud se deterioraba, se organizaron misas y procesiones.

Mucha gente allegada que tengo, no necesariamente católicos, estuvieron movilizados por la salud del Papa. Fue una figura importantísima, más allá de la Iglesia Católica, sino por la militancia que siempre tuvo acá. Fue una figura muy cercana a los pobres, a los curas villeros y con gestos progresistas en temas de identidad de género.

Recen por mi: el adiós al Papa Francisco

—¿Cómo ves el presente y el futuro del fotoperiodismo?

En términos laborales estamos perdiendo derechos: cada vez más precarizados y devenidos en la multitarea. Al mismo tiempo, la inteligencia artificial plantea un enorme desafío: en un contexto de imágenes falsas circulando, nuestro trabajo tiene que ser más profesional y cuidadoso que nunca.

De repente hay tanta alteración de imágenes… es tan fácil crear una imagen con inteligencia artificial y tirarla en Twitter…, el otro día Eduardo Feinmann se “comió” una fake news de que Cristina Kirchner estaba con Lady Gaga…..

Es fundamental que los colegas fotoperiodistas estemos a la altura de registrar toda esta época, de contar lo que está pasando, y de tener un trato muy cuidado con nuestras imágenes.

Y en cada crisis se reconoce la importancia del fotoperiodismo. Ojalá también se reconozca con buenos sueldos.